Comparación entre la calidad de obturación versus la vida útil de la pieza dentaria post tratamiento endodóntico.

Abstract

La terapia endodóntica, generalmente conocida como tratamiento de conductos, es un procedimiento fundamental para salvar piezas dentales que han sufrido alteraciones tanto en su estructura como en su fisiología, por infecciones o traumatismos que causan daño a la pulpa dental. Sin embargo, cuando este tipo de procedimiento se realiza bajo un inadecuado e incompleto protocolo como el uso de materiales de relleno inapropiados, carente desinfección de los conductos o limpieza y conformación inoportunos, pueden dar como resultado consecuencias que conllevan a la extracción o pérdida de la pieza dental. Si bien la endodoncia es uno de los tratamientos más eficaces para salvar dientes afectados, su éxito depende en gran medida de la ejecución del tratamiento y de las medidas necesarias que se deben tomar en cuenta para lograr preservar la pieza dental a largo plazo. Existen factores que intervienen considerablemente al fracaso de un tratamiento de conducto, siendo los más predominantes la falta de desinfección con sustancias irrigadoras inadecuadas, obturación incompleta de los conductos y la restauración coronaria final, ya que, aunque si existen microfiltraciones hacia el interior del conducto, se propagan bacterias que contribuyen a la aparición de patologías periapicales, y, por ende, conducir a la pérdida dental.